Aunque no no suelo hacerlo, en esta ocasión he comenzado a escribir sobre esta experiencia durante el propio viaje, por lo que todavía tenemos algunas cosas por delante. Y es que el viaje a Guadalest es, sobre todo, tranquilo.

No es una experiencia para buscar un montón de encuentros culturales (que los hay), ni visitar una veintena de monumentos, etc. Al menos no cómo lo hemos planteado nosotros. Tal y como lo hemos hecho, es un viaje de relax absoluto, para descansar, comer y beber, sin agobios. Y barato. ¿Eso es lo que te apetece? Pues te cuento.

Por qué visitar los alrededores de Guadalest

Lo cierto es que escogimos Guadalest tras ver varios posts de sendos influencers mostrando las supuestas maravillas de este lugar. También nos decidimos porque está cerca y es perfecto para una escapada rápida. Esta zona está pegada a algunos de los sitios más turísticos de España: Benidorm, Altea, Denia… Pero nosotros, yo especialmente, huimos de la gente., así que buscamos qué hacer más al interior, evitando la playa y el turismo masivo.

Todo el valle que sigue al río Beniardá, los campos de nísperos de Callosa de Ensariá, el río Algar, la sierra cortada a pico de su alrededor, hacen de este entorno un sitio tranquilo, fresco y poco concurrido. Además, hay montones de restos arqueológicos, minas, pozas, rutas senderistas y oportunidades de deporte-aventura alrededor. También hay numerosos museos, todos curiosos pero ninguno imprescindible y, por supuesto, varios castillos, en mejor o peor estado, para visitar.

Sin duda, su mayor valor es el entorno natural, por lo que más que para visitar cosas, la zona es especialmente atractiva para disfrutar del fresquito mirando al monte, escuchando el silencio y oliendo el petricor de la lluvia mañanera, como estoy haciendo yo ahora mismo, mientras escribo esto.

Beniardá, campamento base

Para alojarnos nos decidimos por Beniardá, un pueblecito a 10 minutos de Guadalest, y a 40 minutos de la gran mayoría de cosas para visitar alrededor. Además, es pequeñito, bonito, con un par de restaurantes que están bien y un buen alojamiento el Llar de Beniardá.

El Llar de Beniardá

Es una antigua casa reformada como alojamiento rural. Tiene varias habitaciones, todas bien acomodadas, pero con diferencias en precio y características. Para nuestro gusto, la joya de la corona es la habitación Font Vella, que corresponde al altillo y, además, tiene un balcón hermosísimo desde el que disfrutar de las vistas a la montaña y a la huerta.

Esta habitación es grande, fresca y cómoda, así que es especial para descansar y pasar algunas horas en ella. Además de la habitación, la casa está tiene varias estancias comunes, incluyendo una pequeña tienda gourmet autorsurtida con productos de la zona, un saloncito y un patio interior, igualmente preciosos.

Atención a este detalle: no tiene parking, y acceder en coche hasta el sitio es un poco complicado por la estrechez de las calles. No obstante, podrás aparcar siguiendo un poquito más adelante, en los márgenes de la carretera que baja hacia el embalse.

Qué comer y beber en Guadalest y alrededores

Para los que somos de Murcia, encontraremos la gastronomía bastante familiar, claro. El pescado es el protagonista, aunque una vez dentro de la sierra, la carne de caza va cobrando importancia. Además, hay algunos platos y alimentos que merece la pena probar:

  • Los mintxos son un plato hecho con espinaca, acelga y pescado, además de harina. Está francamente buenos, y, lo más curioso, es que depende de la población los hacen totalmente distintos: en Gudalests son como unas empanadillas, en Beniardá como una torta de harina y en Callosa como una coca de sardinas.
  • Los nísperos son especialmente importantes en la zona. Callosa es uno de los principales productores y exportadores de esta fruta en toda Europa. Hay tantos que es normal encontrar casi todo tipo de productos procedentes del níspero: licores, postres, mermeladas… Especialmente buenas estas últimas.
  • La zona, curiosamente, tiene un clima subtropical por lo que es fácil encontrar fruta como mangos, lichis o plátanos de una calidad excepcional. Eso sí, tendrás que buscarlos de venta directa de los dueños, de kilómetro cero, por amistad o en pequeños puestos y mercadillos.

Visita a cervezas Althaia

Althaia es una de las cerveceras artesanas más prolíficas de toda España. Con solo 8 personas, producen más 15.000 litros de cerveza al mes. Y su fábrica está en Altea, en el polígono industrial. Se puede hacer una visita por unos 23€ (en septiembre de 2024), que incluye una visita a las instalaciones y una cata de cuatro cervezas con maridaje de quesos, con frutos secos y fiambre de Murcia (curiosamente). Os lo hemos contado aquí

Visita a la bodega de Enrique Mendoza

Enrique Mendoza es una bodega con solera en las experiencias enoturísticas. Sus visitas incluyen recorridos por viñedos experimentales, la sala de embotellado y una cava subterránea. La experiencia «Visita Gold» incluye una cata comentada maridada con aceite de oliva. Además, ofrecen la opción de degustar vinos directamente de la barrica guiados por expertos. El coste es de 25 € y dura unas dos horas y media.

Qué hacer en Guadalest y alrededores

Nuestro viaje ha sido sobre todo para descansar: comer, beber, dormir y estar al fresco. Esta zona especialmente tranquila y, al contrario que más abajo, en Altea y alrededores, no está masificada. Por otro lado, es una zona rica en naturaleza, por lo que hay muchas oportunidades de disfrutar de ella.

  • Descansar: dar paseos por los pueblos, pasear por el entorno, darse un baño en las pozas… eso unido a dormir, disfrutar del ambiente y conocer a la gente de los alrededores son buenos planes para pasar el tiempo por la zona. Relax y desconexión son posibles.
  • Senderismo y actividades en la naturaleza: la zona tiene algunas rutas senderistas espectaculares. Es un paisaje granítico, lleno de barrancos, lechos de ríos y cumbres cortadas a pico. Venir no tanto por los monumentos, sino para disfrutar de la naturaleza es casi obligatorio.
  • Turismo histórico: el atractivo turístico más conocido es debido a su pasado histórico. Esta zona ha sido importante desde tiempos prehistóricos, tal y como atestiguan los asentamientos y excavaciones arqueológicas, así como las cuevas y otros lugares con restos, casi todos visitables. Los castillos, monumentos, fortalezas, etc. Están por todas partes y, debido a lo abrupto del terreno, algunos de estos monumentos a la historia están en sitios muy especiales, como el Castell de Guadalest, y solo por eso merece la pena verlos.

En conclusión, la escapada a Guadalest puede ser barata, rápida y agradable. Nosotros nos dedicamos a pasear, comer, beber y dar vueltas con el coche para disfrutar de los paisajes, sin más, y mereció la pena.